Eran las dos de la mañana y una intensa luz
bañaba mi terraza. ¿De dónde venía ese fulgor?
...Salí. Ahí estaba la luna redonda, inmensa y
coqueta.
Como poseída por ese reflejo del cielo empecé
a recordar mi viaje al fondo del mar en un
pequeño submarino y, por otro extremo, mi
viaje a las estrellas.
Volví a ver los pececillos junto a las ventanillas;
más allá los corales celestes, verdes, rosados y
amarillos. Y las algas bailando al son del vaivén
de las aguas.
Parece que entonces me dormí un rato y cuando
desperté estaba en medio de los astros. Las
estrellas, los planetas y también la luna al alcance
de mi mano.
Salí de mi nave y Oh!!!! La ingravidez. Flotaba.
El aire era distinto. Respiraba paz y fantasía.
Cuando todo era grandioso empezó a llegar
la sombra. Pero llena de alegría por aquel
recuerdo resolví volver a mi cama.
domingo, 8 de julio de 2007
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8 comentarios:
Hola !!!!
gracias por tu visita, espero no sea la ùltima, buen texto, te sigo leyendo.
un saludo.
Qué precioso texto! muy lindo en verdad, ahhh! el mar y el espacio, me transportaste...
Felicidades!
Abracitos!
Cardo.
Bucear, flotar... que sensaciones más livianas para un buen descanso.
Un saludo, luciérnaga
¡Ejale!!!
Cada día mejor. Sigo esperando la opera prima.
Un abrazo
M.
mmm...
¡Ay!--pensé--. ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: "¡Levántate y anda!"
Extracto Rima VII de Becker.
saludos de bicho
Eso, cada día leo más blogs y cada vez me encuentro con más interesantes creaciones, como ésta.
Espero que mantengas la senda y puedas seguir creciendo.
Saludos.
Hasta pronto.
Buena! estuvo muy buena, me gustó.
¡Ejale...!!! Cada día melhor...
Un abrazo
M.
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