domingo, 17 de junio de 2007

Hojas secas de Otoño

Ayer fuí al funeral de una amiga. Muy triste. Llevaron

a una chiquita de 6 años. ¿Qué pensaría? Me acerqué

a ella y tenía sus manitos muy heladas. La abracé y

cogí sus manitos entre las mías. Caminando por el

cementerio encontramos un verdadero "lago" de hojas

secas, una alfombra gigante. Olvidándome de todo nos

entramos en aquel lago. Cric, crac, cric, crac en nuestros

pies murmuraban las hojas. La chiquita reía.

De repente me di cuenta que estábamos solas y tuvimos

que buscar el cortejo; pero quedamos de acuerdo en

volver al "lago".

Luciérnaga.

1 comentario:

mahiakeff dijo...

¡Qué hermosísimo....!!!!!!

M.